Los niños de El Globo Rojo y sus familias se van de excursión a Zoo de las Aves, una ...
- Los niños de El Globo Rojo y sus familias se van de excursión a Zoo de las Aves, una experiencia única para ver a animales increíbles, aprender y realizar manualidades
Me encanta ir de excursión con papá y mamá. Pero, sobre todo, si mis amigos vienen conmigo. Hoy es un día especial, porque los niños del cole y sus papás, mamás o hermanos vamos al zoo de las aves. O eso me han dicho. De momento, me he levantado con mucho sueño y tenemos que coger un autobús que nos llevará hasta Valladolid.
¡Pero qué zoo más extraño! Hay sobre todo aves, y también algunos peces, y otros animales más grandes. Hemos visto desde pavos reales, pequeños periquitos, avestruces, palomas, cigüeñas… hasta conejitos. Pero de todos, todos los animales, me ha gustado más el burro. ¡Qué risa, qué ruidos más raros hace! Algunos niños han tenido miedo, pero yo no, que ya soy mayor, y voy a pasar a Primaria…
No me gusta que los animales vivan encerrados, pero aquí tienen mucho espacio para jugar. Nos miran como si quisieran decirnos algo. Creo que ellos piensan ¡qué gente más rara! ¿Por qué me mirarán tanto? No saben que me gustaría ser su amigo, de todos. Mamá me ha dicho que hay más de doscientos, y todos muy distintos.
Pero antes, estuvimos en otros sitios. Los mayores decían que había que entrar en un museo. Era un palacio como de una princesa, pero fue un poco aburrido. ¡Sólo había hojas! Como las que cojo en el parque, pero muchas, y muy diferentes. Papá dice que es lo que más le gustó. No lo entiendo… Con lo divertido que era ver a los animales, y darles de comer con cuidado cerca del pico…
Con tanto andar, ya tenía mucha hambre. Y lo que más me gusta, del mundo mundial, son las magdalenas. Fue muy divertido porque las hicimos todos los niños con las manos, como cuando hacemos el taller de cocina, pero más chulo. También hicimos dibujos. Los mayores hablaban de reciclar, pero yo me conformo con dejar cada cosa en su rincón, y los papeles a la papelera…
También comimos y estuvimos todos juntos jugando. Por eso, no quería volver a casa, pero ya tenía mucho sueño. En el autobús me lo pasé muy bien porque cantamos la canción de Globo Fiesta, que yo me la sabía chachi (“Love, love, love…”). A lo mejor otro día volvemos: mamá, papá, las profes y los amigos, todos juntos, a este zoo tan extraño de animales tan bonitos.