`Lo nuestro es puro teatro´

• “Puede que se  parezca más a un juego, aunque se represente en la escuela  y los actores tengan solo cinco y seis años. Digo que es puro teatro, porque los  he visto brillar como el mejor diamante, con su argumento, en su papel, con sus gestos, con sus miradas, con sus balbuceantes palabras”

Loli Mateos, maestra que lleva muchos años en la brecha de la Educación Infantil y que sabe de qué habla, nos pone los pelos de punta cuando describe a sus alumnos, del respeto que les tiene, y de la admiración que siente hacia ellos por la capacidad con que afrontan su teatro particular de la vida.

Una maestra que a pesar de los muchos años en la profesión sigue entusiasmándose por lo que hacen los niños y no deja de sorprenderse de la rapidez de su aprendizaje. Esto sí que es pasión y amor a su profesión.

Al principio yo lo propongo como actividad de cuento y juego de personajes, pero rápidamente ellos eligen sus papeles. Aprendemos el mensaje  del teatrito o cuento a representar y cada uno aprende lo que tiene que decir. Sorprendentemente, son capaces de improvisar porque saben el sentido de la conversación en la obra.

Son niños muy pequeños que han aprendido a trabajar el juego teatral, mirando y ensayando  cómo lo hacen otros,  se conocen, se miran, se redescubren, disfrutan por la propia manera de ser, de sentir, ensayan la vida jugando.

Descubren el juego del teatro como acontecimiento colectivo en el que cada uno es importante, la sensación de actuar para otros, de sentirse mirado conlleva la aceptación de sí mismo para exponerse a la mirada de los demás. Estos niños me han demostrado tener  una  madurez tremenda, hablar delante de un gran público, desde la observación continuada de los padres, madres, abuelos, primos, de los maestros o amigos que esa mañana nos reunimos con ellos. Estos niños se ofrecieron ellos mismos permitiendo que los demás nos convirtiéramos en espectadores, en una representación de gran calado, con mucho vocabulario y con unos mínimos ensayos. Se ofrecieron digo, con el fin de construir y participar de un proyecto colectivo. Tienen, por ello, un gran valor.

Yo como su maestra me siento orgullosa de ellos, en mi vida profesional  he manejado diversos grupos de alumnos cada cual mejor y, como éste, con mayor capacidad de asumir novedades y con esa seguridad en sí mismos, además de la habilidad de esa puesta en escena brillante. ¡Así da gusto trabajar!

Y llega el final…….Un curso que termina con nuestros protagonistas muy maduros, convertidos en actores, y preparados para afrontar el nuevo reto en primaria.

¡¡Os deseo que todo vaya muy bien en vuestro nuevo camino escolar!! Lo mejor ya me lo habéis dado en este tiempo. Yo me conformo con haberles proporcionado  sonrisas, y también haber logrado despertar la capacidad de pensamiento, y hacerle brillar los ojos de emoción.

Ahora  ya se marchan, así es la vida. Llevan el corazón lleno de confianza, que le va a ser muy útil el resto de su vida.

Loli Mateos. (Afortunada maestra de este grupo de veinticinco alumnos maravillosos).