Mª Luz, educadora del grupo de los Verdes Pequeños dirige este taller con muñecos y ositos de peluche para trabajar las vivencias afectivo-emocionales de los niños.
¡Un taller muy tierno!
¡Un taller muy tierno!
miércoles 22 de enero, 2014
- La Educación Emocional está presente una vez más en las aulas de El Globo Rojo, esta vez con el grupo de los Verdes, los bebés, los más pequeños del colegio
- Un formidable taller para educar las emociones desde edades muy tempranas, con canciones, peluches de felpa, muñecas y ositos de trapo, para así ayudarles a crecer en la dimensión afectiva
¡¡¡ARRORRO, ni niño!!!
Acunar, arrullar, mecer, abrazar, arropar y querer a los ositos de felpa, muñecas de trapo y muchas otras manifestaciones de afecto acompañadas de canciones, son también muy buenas formas de enseñar a los niños y niñas a expresar sus emociones y sus estados de ánimo.
Un taller con el que los muñecos de peluche cobran vida en los brazos de los niños para mimarlos y cuidarlos, es, a esta edad, un juego muy recomendable para despertar sentimientos y vivencias emocionales con estos objetos. Son sustitutos afectivos que contribuyen a ayudar al niño a la socialización, a la educación emocional y les prepara para la relación con los demás niños y adultos.
Estas emociones que surgen durante el juego van formando la personalidad del niño pequeño. Los modelos afectivos que les transmiten los padres, educadoras y seres queridos serán cruciales para aprender a percibir las emociones –tanto positivas como negativas-. Y es a través de estos peluches como se le ayuda al niño a exteriorizar y expresar sus emociones, aprendiendo a canalizarlas en forma de juego.
Con estos talleres, los niños y niñas aprenden a mantener la atención sostenida en una tarea muy atractiva para ellos, junto con la educadora que les proporciona una comunicación afectiva, cariñosa y que han de trasladarla a ese muñeco de trapo.
También, con estos talleres aprenden a desarrollar habilidades sociales y emocionales, como la empatía, al tener el niño que trasladar a los muñecos los cuidados y atenciones afectivas que les prodigan sus seres queridos. Este juego es una forma más de Educación Emocional y tiene también un gran valor diagnóstico para detectar su salud emocional.
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