La comunidad educativa de Globo Rojo se pone en marcha una vez mas fuera de las aulas para vivir un...
- La comunidad educativa de Globo Rojo se pone en marcha una vez mas fuera de las aulas para vivir un día muy bonito en la Sierra de Francia, una jornada de convivencia y disfrute destinada a establecer esos lazos de unión y convivencia.
La comunidad educativa de El Globo Rojo, creando escuela fuera del Centro educativo, en un precioso paraje denominado Camino de los Prodigios que une los municipios de Villanueva del Conde y Miranda del Castañar.
El frio de este fin de semana no impidió que un autobús y varios coches particulares se pusieran en marcha y fueron testigos de las espectaculares vistas que nos ofrece este camino que recorrimos muy entusiasmados a lo largo de la bajada por la ladera sur de la montaña, resguardados del frio y con un sol radiante.
Los niños más mayores siempre por delante en un deseo de descubrir y disfrutar del espectáculo de la naturaleza que el bosque nos presta con esta estación, los distintos tipos de arboles llenos de color y frutos, olivos, madroños, castaños y una variedad enorme de vegetación que impregna este paisaje llenándolo de color y cubriendo el suelo de una gran alfombra de colores, olores y sonidos. Un espectáculo para los sentidos.
Recoger frutos, reconocer algunos árboles, encontrar setas, y además de ello interpretar esas esculturas tan bellas que a lo largo del Camino vamos encontrando convierten esta marcha en un animado recorrido.
A lo largo de la ruta, nos encontramos singulares obras de arte, que han colocado diversos artistas de la Comunidad. Es el caso de camas mimetizadas, huevos de dragón, piedras de colores que simulan ser dulces... Estos elementos supieron tocar la imaginación de los niños. "No busquéis refugio sino en vosotros mismos, dijo el maestro".
Durante el trayecto de unos seis kilómetros siempre al horizonte el pueblo de Miranda y allá mas lejos la Sierra de Béjar al fondo. La llegada al pueblo de Miranda del Castañar crea mucho interés en las familias por su la belleza de sus calles, sobre todo en la parte sur al lado de la muralla, en el corazón del barrio Judío.
El apetito de los caminantes sobre todo de los niños hace que nos adentremos en el pueblo nada más que para inmortalizar nuestra visita con una foto todos juntos y rápidamente nos dirigimos al restaurante donde una suculenta comida nos espera en unas instalaciones muy grandes donde los niños y adultos comimos muy relajados y tranquilos en total distensión y armonía.
Bonita excursión bonitos momentos y agradecimiento a toda la Comunidad educativa del colegio el globo rojo por hacerla posible.
Unidos una vez más, nuestro sentimiento es una realidad: educar desde el corazón, un camino para aprender sin esfuerzo.