Frente a las rabietas: "Ignorar las malas conductas y reforzar las buenas"

• Juan Manuel Marcos, psicólogo de El Globo Rojo, nos da las claves para enfrentarse a las rabietas de los niños de entre 2 y 5 años, tras una charla educativa impartida a los padres

Las rabietas comienzan a producirse en torno a los dos años, pero no necesariamente por una conducta mala o inadecuada. En una fase en la que "el niño quiere reafirmarse a sí mismo". Juan Manuel Marcos, psicólogo del centro, nos da una explicación de por qué se producen estas situaciones de conflicto con los hijos, y nos revela pautas para enfrentarse a ellas.

"El niño ya quiere empezar a hacer las cosas por sí mismo, pero como es muy pequeño y no puede, se frusta. Esa emoción le lleva a una exageración para expresar esos sentimientos, traducida en una rabieta, que no sabe transmitir aún con palabras".

Por eso, los padres deben estar alerta ante indicios muy claros de cuándo se va a producir una rabieta. Por ejemplo, si estamos de compras en el supermercado, los padres deben darse cuenta de que el niño no aguanta tanto tiempo, puede estar cansado, tener sueño...

"Los padres deben estar sensibles a las necesidades de los niños. No pueden esperar un: 'Papá estoy cansado, tengo sueño', porque es muy pequeño. Lo expresarán mediante una rabieta".

¿Qué hacer ante una rabieta? "En principio y como regla general, ignorar esa conducta, para darle entender que con esa conducta no va a conseguir nada", revela Juanma. "Lo mejor es establecer unas rutinas fijas, para que el niño sepa siempre lo que tiene que hacer".

"Por supuesto, hay que saber qué tipo de conductas hay que ignorar, no podemos ignorar una conducta que puede ser peligrosa para el niño", matiza. Lo que sí tiene claro el psicólogo de El Globo Rojo es que "en vez de perseguir al niño cuando se porta mal, deberíamos reforzar todos los comportamientos que son adecuados".

¿Qué es lo que NO debe hacer el adulto? "Nunca debemos hacer uso del castigo físico. Es contraproducente. Aprende a evitar el castigo, pero no aprende conductas adecuadas", afirma. "Hay otro tipo de castigos más adecuados, como la reprimenda verbal o reparar el daño que ha hecho".

"La mayor satisfacción para un niño es crecer sabiendo que hace lo que se espera de él. Esto reforzará su autoestima".

Escucha la entrevista completa con el psicólog del centro, Juan Manuel Marcos.